Cinematográficamente hablando, el terror es uno de los géneros más diversificados del séptimo arte, su rango de acción puede abarcar desde el humor hasta la pura barbarie. Las formas de expresión del miedo tienen una alta capacidad de metamorfosis, lo que nos hace pensar que es un verdadero depredador acechante. Hoy os traemos una lista de los subgéneros del terror más representativos y os recomendaremos algunas películas para que esta noche paséis unas dulces pesadillas.
CASAS ENCANTADAS:
Empecemos por un clásico entre los clásicos: la casa encantada. ¿Puede haber algo peor que ser consciente de que la casa que habitas o el lugar donde trabajas está embrujado? A nadie le haría mucha gracia salir del salón y que la televisión se encendiera sola o el grifo del baño empezara a correr con fuerza.
La característica principal de este subgénero es que el protagonista de la película es un lugar, el rango no se reduce solo a grandes mansiones medio en ruinas, sino también a pisos, lugares de trabajo, hospitales o manicomios. El terror dentro de estos lugares malditos se despliega de una forma muy diversa, puede haber una presencia fantasmal, que haya sido el lugar de un terrible asesinato, la casa puede ser un ente vivo -con capacidad para pensar y actuar-, tal vez los sucesos paranormales se deban a un poltergeist o a unos ingeniosos mecanismos ocultos, o sea, simplemente, un hogar donde se han vivido distintos dramas personales.
Advertimos que nuestra recomendación cinéfila no va a tener unas altas dosis de horror, sino más bien unas dosis terroríficamente románticas. Os invitamos a ver El fantasma y la señora Muir (1947) dirigida por Joseph L. Mankiewicz. Lucy Muir, tras quedarse viuda, decide mudarse a una casa encantada a orillas del mar, la casa perteneció a un antiguo marino llamado Gegg que no está dispuesto, aunque sea desde la otra vida, a dejar que ningún extraño viva en su antiguo hogar. Para ello Gegg utiliza diversos trucos fantasmales que terminan haciendo que los inquilinos se marchen, pero la señora Muir no está dispuesta a dejarse llevar por el miedo y se lo hará saber al capitán Gegg.
TERROR NATURALISTA:
Las relaciones que se han establecido entre los seres humanos y la naturaleza no han sido nunca del todo igualitarias, es más, generalmente hemos sometido a la naturaleza a una relación de abuso -que debería generarnos más miedo que cualquier película de terror. Así que no sería de extrañar que un día de estos los animales decidieran vengarse. Esta es el leitmotiv de las películas de terror naturalista: los animales decididos a aterrorizar y matar al ser humano de una forma sumamente sanguinaria.
Aquí vamos a recuperar dos clásicos del cine: Los pájaros (1963) y Tiburón (1975). Los pájaros, de Alfred Hitchcock, está basada en un relato, del mismo nombre, de Daphne Du Maurier una famosa escritora inglesa del siglo XX que inspiró varias de las obras del maestro del suspense como Rebeca (1940) o La posada maldita (1939). En Los pájaros la vida perfecta de Melanie Daniels, una joven rica y snob, termina convirtiéndose en una vertiginosa huida por salvar su vida cuando los pájaros de San Francisco comienzan a volverse locos y deciden empezar a atacar a todo aquel con el que se encuentran. Mientras que en Tiburón bañarse en el mar de un pequeño pueblo costero de Nueva Inglaterra se convierte en un verdadero deporte de riesgo cuando un enorme tiburón blanco decide a tacar a todo aquel que se atreva a poner un pie en la orilla.
CONTAGIO O PANDEMIAS:
El protagonista principal de este tipo de películas es un virus que, proveniente del espacio o de la propia naturaleza, pone en jaque las pretensiones científicas de los seres humanos, mostrándonos que todavía no somos lo suficientemente inteligentes como para detener la aparición de nuevos organismos. Si se le quiere añadir una doble dosis de terror el virus no solo causará la muerte, sino la conversión de los infectados en zombies u otros seres por el estilo. Generalmente estas películas están protagonizadas por científicos que se devanan los sesos para detener el contagio o por un grupo de personas que se organizan con la intención de huir hacía alguna zona segura, que suele estar a muchos kilómetros de distancia -solo para añadirle un poco de dramatismo.
Os recomendamos ver la última temporada de Black Mirror, tiene un solo capítulo y cuenta como en el 2020 el mundo se ve paralizado ante la aparición de un virus al que llaman COVID-19, os avisamos de que el final es abierto.
SLASHER:
La denominación slasher proviene de la palabra slash que es el sonido que produce el cuchillo cuando corta el aire para caer sobre el cuerpo de la víctima. El protagonista principal de este tipo de películas es un despiadado asesino con unas claras características: lleva elementos identificativos (una máscara, un cuchillo, un tipo de ropa), tiene una clara intención: matar, hay una razón que se esconde tras sus deseos de venganza y suele tener una fuerza inusual, es decir, es difícil acabar con él. Los otros protagonistas son adolescentes y jóvenes claramente estereotipados: frikis, animadoras, populares o drogadictos. La trama se suele desarrollar o en lugares lejanos a los que acuden estos jóvenes o en la propia casa del asesino. Son películas que juegan mucho con escenas de tensión: huidas, desconocimiento de quién será el siguiente y cuándo caerá, etc. La usencia e ineficacia de la policía pone en tela de juicio su utilidad y su capacidad de acción, lo que deja al espectador con una sensación total de desprotección. En los últimos minutos de la película nos encontramos con la figura de la denominada, por Carol Clover en Men, Women, and Chainsaws (1992), final girl, una joven astuta e inteligente que terminará plantándole cara al propio asesino.
Os animamos a que volváis a ver las clásicas: La matanza de Texas (1974), Halloween (1978) o Scream (1996).
La dama pálida
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